El Enigma Intraterrestre
- Silvia Velando
- 3 dic 2016
- 10 Min. de lectura
Civilizaciones intraterrestres La creencia en civilizaciones intraterrestres muy evolucionadas espiritualmente forma parte de muchas tradiciones filosóficas-religiosas del mundo.
Tampoco es desdeñable el número de personas que dan testimonio de una "realidad fantástica" con zonas cálidas, llenas de vida vegetal y valles perdidos e en lugares inhóspitos de nuestro subsuelo.
Incluso autores de la talla de,
Julio Verne
James Hilton
C.W. Leadbeater
John G. Fuller
el polémico Raymond Barnard
aventureros como Ferdinand Ossendowski y Nicholas Roerich,
...han hablado de estos reinos subterráneos a través de sus novelas.
¿Podría estar albergando nuestro planeta culturas vivas en su interior?

Se han dicho muchas cosas sobre este gran reino subterráneo, pero, en realidad, todavía no se ha revelado verdaderamente nada al gran público, salvo a través de los mitos y de las alegorías divulgados por algunos iniciados intuitivos.
Como algunos autores afirman, es posible que la Tierra este, totalmente hueca y que el pueblo intraterrestre posea su propio sol central.
Es igualmente posible que el centro de la Tierra sea tan denso como su corteza y que la humanidad de la Agharta viva entre los dos polos. Por otro lado, no hay que excluir la teoría que afirma que la Tierra es como un buñuelo, totalmente repleto de inmensas cavernas tan vastas como nuestras regiones y países, en comunicación entre sí por medio de gigantescos túneles construidos.

Por excéntrico que pueda parecer el planteamiento anterior, no debemos despreciar un argumento bastante significativo:
En casi toda la Tierra se tienen noticias de cuevas subterráneas y sistemas de túneles - como el entramado que se extiende bajo la superficie del Yucatán, montañas de Paucartambo en Perú, sierra del Roncador en Brasil, cuevas de Afganistán, monte Kailós en el Tíbet... - que conectan no sólo áreas diferentes dentro del mismo continente, sino que, en opinión de algunos investigadores, bien pudieran "unir" diferentes partes del globo.
En realidad, todas las tradiciones antiguas se basan en ésta supuesta existencia de ciudades intraterrenas conectadas mediante una vasta red de pasadizos, más que en la - no menos fantástica - creencia de una "tierra hueca" que algunos autores como Raymond Bernard proponen.
Exploradores como Juan Moriaz, y sacerdotes como Carlos Crespi, habrían encontrado en estos túneles perdidos del Ecuador ("Cueva de Los Tayos "), láminas de piedra y oro con signos ideográficos grabados que describen los orígenes de la historia humana, según recoge fielmente Erik Von Däniken en El Oro de los Dioses .



A este enclave sudamericano, que aún hoy día constituye un misterio por descifrar, se vincula una interesante leyenda sobre la mítica Shambalah o Agharta, y las historias que de ella se desprenden.


Historias sobre una ciudad santa oculta en los Himalayas…

Incluso en Colombia se conoce de túneles extensos, en el municipio de Vélez, Santander , por ejemplo, existe una cueva de dimensiones desconocidas, llamada, “cueva de los indios”, los habitantes del pueblo relatan como allí niños traviesos han terminado desaparecidos y como algunos sobrevivientes a la aventura después de varias horas e incluso algunos días en el oscuro lugar afirman que mide kilómetros y que en un punto de dicha cueva, hay un abismo del que se desconoce su fondo…



Se ha dicho que el origen de las sociedades subterráneas podría estar en los continentes desaparecidos del Atlántico y del Pacífico:
Atlántida.
Lemuria o Thule (esta última en la tradición helénica se corresponde con el reino de hiperbórea: una tierra paradisíaca, perdida más allá de la barrera de los hielos, donde existe una raza que irradia un poder espiritual capaz de influir en los sentimientos colectivos del planeta).
Tanto en oriente como en occidente se suceden las descripciones sobre los integrantes de estas enigmáticas sociedades, y no faltan los testigos que dan crédito a la existencia de seres dorados de los que emana una intensa luz blanquecina.
Huecos polares La posibilidad de que la tierra sea hueca , y de que se pueda entrar en ella a través de los polos norte y sur, ha alimentado la imaginación de la humanidad desde hace mucho tiempo.
Por si fuera poco, unas fotografías de una abertura en el polo norte tomada por los satélites ESSA-3 el 6 de enero de 1967 y ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968, parecen facilitar esta teoría.


La primera persona en escribir un trabajo entero sobre la tierra hueca era el famoso Astrónomo ingles y el Matemático Edmundo Halley (sí, el mismo del cometa).
En 1692 él publicó su teoría acerca de una tierra hueca. Su teoría se evolucionó a partir de trabajar con en fluctuaciones de magnetismo de tierra y las causas posibles. Su solución, la tierra era hueca.
El creyó había tres conos concéntricos con un centro fundido de la lava, que sirvió como un "sol interior". Para los partidarios de la tierra hueca, sus hipótesis no únicamente estriban en estas controvertidas fotos (reproducidas en 1970 por la revista Flying Saucers del editor Ray Palmer) sino que al parecer diferentes exploradores dicen haber visto cenizas volcánicas donde no hay volcanes, calor inexplicable donde deberían reinar temperaturas bajo cero, huellas de animales en lugares nada accesibles, icebergs de agua dulce en el océano Ártico.


Leonard Euler, matemático del siglo XVIII, "dedujo" que la tierra era hueca y contenía un Sol central.


Claves Symnes (ex-capitán de infantería de Ohio) se mantenía convencido de que nuestro mundo consistía en realidad en un sistema de esferas huecas concéntricas.
El escritor Raymond Bernard (antes mencionado), en su libro La tierra hueca lanzó la complicada - y absurda para muchos - teoría de que el centro de gravedad del planeta no estaría en el núcleo sino en la corteza terrestre, y que las auroras polares estarían causadas por los rayos provenientes de un,
"Sol interior, apareciendo por esos enormes agujeros polares".
En 1926, Richard Evelyn Byrd, capitán de la marina americana, navegó en línea recta hacia el polo norte y continuó viajando unos 2.730 Km. en esa misma dirección sin alcanzarlo, arribando, por el contrario, a una costa de aguas templadas llenas de vegetación. ¿El Reino de Hiperbórea?
Entre 1946-47, Byrd revive una experiencia semejante, esta vez volando en dirección al polo sur, en una expedición denominada "High Jump ", patrocinada por los EE.UU.
Se cree que las expediciones del capitán fueron objeto de desinformación, ya que existe gente que afirma haber visto imágenes en "noticieros" narrados por el propio Byrd en el que describía y mostraba imágenes "de esas tierras más allá del polo" con sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut.
Estos documentales, de existir, parece que se han evaporado. Para los defensores de la Tierra hueca, el capitán habría encontrado la apertura polar y se habría introducido en ella.

El que fuera operador de radio en las expediciones, Lloyd K. Grenlie, reafirmó la existencia de una cinta grabada con todo lo mencionado por Byrd.
Según estudios realizados por geofísicos del Instituto de Tecnología de California (USA) y través de mediciones indirectas en la frontera entre las zonas líquidas y sólidas, se estima la temperatura interior del planeta en 6.300° C y en principio, en el "centro", alcanzaría los 6.600° C., mayor que la reinante en la superficie del Sol.
Con estas cifras, admitir la idea sobre la oquedad de la tierra parece bastante disparatado. De todas formas, debemos reconocer que a la ciencia le queda mucho aún por investigar sobre la estructura interna del planeta, porque a pesar de las prospecciones (apenas un 0.2/0.5% del radio terrestre) y sondeos que los geólogos han realizado, la composición de su núcleo no ha sido determinada con total seguridad.
Una hipótesis - aparecida en la revista Science - del doctor Ronald Cohen llevaría a examinar algunos planteamientos de ser cierta:
"el corazón terrestre es una inmensa bola de 2.400 Km. de diámetro, pero no de hierro sino de cristal, formada por átomos de hierro con su propio campo magnético".
Lo que parece fuera de toda duda par la comunidad científica es que de existir seres intraterrestres tendrían una estructura física y atómica diferente, y así podría estar "habitado" el interior del planeta por criaturas basadas en la química del silicio en lugar de la del carbono, tal y como propuso en su día el astrónomo norteamericano Thomas Gold (profesor emérito de Astronomía de la Universidad americana de Cornell).
Para Helena Petrovna Blavatsky , fundadora de la Sociedad Teosófica, este reino no es ninguna utopía.

H. Blavatsky declararía en más de una ocasión estar en contacto con los Mahatmas (misteriosos personajes del Asia Central que detentaban poderes sobrenaturales) que le transmitían a menudo mensajes de fraternidad y misteriosas profecías destinadas a aviso y cuidado de un mundo en eminente peligro de autodestrucción. Según ella, Moisés, Platón, San Pablo... habrían sido teósofos iniciados por miembros de este Gobierno oculto.
No fue hasta 1933 cuando James Hilton popularizó en Occidente la leyenda de Sambalah en su novela Horizontes Perdidos, donde narra como una comunidad de grandes sabios, llamados Rishis o Mahatmas (grandes almas) viven en un paraíso de ciencia mística, oculto en algún lugar al norte del Tíbet, entre los macizos de Altin-Tag y Kum-Lum, Altai en Mongolia, Tsaidan y China.
Habitantes de estas regiones atestiguaron la presencia de seres luminosos vestidos con simples túnicas blancas en medio del duro invierno tibetano. El marqués Alejandro Saint-Yves d´Alvèydre mantuvo haber sido visitado en 1885 por dos misteriosos personajes, enviados por el gobierno universal oculto de la presente humanidad, los cuales le revelaron la existencia de Agharta y su organización espiritual y política.
Con estas revelaciones, Saint-Yves escribió un libro de 200 páginas que mandó editar; pero apenas había salido la obra de la imprenta, el marqués ordenó su destrucción, ya que al parecer "contenía terribles secretos".

Un solo ejemplar se escapó a la destrucción del que se haría una reedición fotomecánica, y que según cuentan, los nazis, durante la ocupación alemana, acabarían por destruir.
Los aventureros Nicholas Roerich y Ferdinand Ossendowski
Viajeros occidentales como el científico polaco Ossendowski y el pintor ruso Roerich, escucharon contar a los lamas y nativos relatos sobre túneles que convergían a un fabuloso país subterráneo donde habitaba una poderosa raza de seres que se daría a conocer cuando la humanidad hubiera llegado a unas condiciones en que pudiera recibir los conocimientos necesarios, y saldrían a la superficie para crear una nueva civilización de paz (Nostradamus anunció en sus Centurias que habría de llegar algún día el Gran Rey) ¿Quién sabe? Ossendowski fue el primero en recoger el testigo de Agartha.
Durante su huída por Siberia y Mongolia, perseguido por el ejército rojo, alcanzó tierras casi desconocidas en torno al desierto de Gobi, Manchuria y las inmediaciones del Tíbet - supuesto enclave del reino perdido.
Contactó en sus investigaciones con privilegiadas fuentes de información:
aristócratas y lamas mongoles y el bibliotecario del propio Buda viviente.
Dejó memoria de todo en el último capítulo del libro Bestias, hombres, Dioses .
El libro daría cierto cariz de credibilidad a la existencia de Agartha, aunque muchos lo tacharían de sensacionalista y muy poco o nada riguroso.


Roerich también sintió la llamada del Himalaya y abandonó la fama para dedicarse a luchar en pro de la paz, desde su refugio en el valle de Kulu, en las montañas de Cachemira (1917). Recién muerto Lenin, en 1924, Roerich llegaría a Rusia como portador de un mensaje que le había sido transmitido por los Mahatmas (nuevamente) que habitaban en algún lugar ignorado dentro del paralelo 42.


Juan Parellada de Cardellac cuenta en su libro Reinos Perdidos y claves secretas que el explorador ruso habría dejado constancia en sus escritos del avistamiento de un OVNI - lo definiría como un ingenio metálico - que vio elevarse de un valle del Gobi en dirección al Tíbet.

El Dorado y el Coronel Fawcett
Por muchos definida como "la ciudad subterránea post-Amazónica, ubicada en la cordillera central y oriental del Perú que ha despertado innumerables sueños", el mito de El Dorado tomó el nombre de,
Paititi en Perú
Omagua en Venezuela
Manoa en la Guayana
Shangri-la de los Andes
Ligado a la leyenda de El Dorado aflora la historia del coronel Fawcett, viajero inglés que descubrió en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro una carta (enviada por el bandeirante Francisco Raposo al vicerrey, 1754) en la que se describía el hallazgo un año antes de una extraña ciudad de piedra en el noroeste del estado de Bahía, mientras Raposo buscaba las minas de plata de Muribeca.

Extraviado en el Matto Grosso, el aventurero portugués y sus compañeros divisaron en la montaña una escalera monumental tallada en la roca que conducía a un impresionante pórtico que se abría a una fantástica ciudad. Al manuscrito (conocido como el nº 512), le acompañaba un mapa que situaba esta ciudad en los alrededores del río Xingu -afluente del amazonas.
Fawcett, acompañado de su hijo Jack, penetró en la selva amazónica en busca de la ciudad perdida. Nunca volvieron.

Se da la circunstancia de que tanto en la región sudamericana, como en las áreas que englobaría la leyenda de Agartha, han sido escenario de frecuentes apariciones OVNI. Esto ha llevado a algunos ufólogos a creer que los OVNIs podrían ser vehículos de una civilización pasada, altamente desarrollada, que permanece oculta, y sus contactos con el exterior se establecen a través del Triángulo de las Bermudas , las islas Canarias, los polos o el Tíbet.
Contados como Eugenio Siragusa afirman que hoy día, en el subsuelo, existen bases de "hermanos del cielo" construidas con inmensas placas de cristal, supuestamente guiadas por maestros interplanetarios de la 4ª y 5ª dimensión.

La aventura nazi también tuvo este mito en consideración, pues como se ha comentado ya hasta la saciedad, Hitler y su círculo íntimo llegaron a estar persuadidos de la realidad de este mundo oculto tras la lectura de The Coming Race (La Raza Que Vendrá) de Bulwer-Lytton.
¿Envió el führer expediciones especiales en busca de la entrada a... con la intención de aliarse con civilizaciones internas?

Actualización
Se dice que Hitler escapó por el Polo Sur.
Muchos en el principio del siglo XIX habían popularizado una tierra hueca. Esta idea se tomó gravemente en historia de América.
John Simms un Capitán anterior y héroe decorado en los EE.UU. El ejército dedicó su vida a emprender la teoría de una tierra hueca. El creyó había una civilización que existió allí también, con aperturas en ambas astas. El murió en 1829 con su sueño no realizado pero sus ideas eran responsables del gobierno infortunado - la Expedición apoyada de 1838-1840 al Antártico dirigió por Charles Wilkes...
Dicen algunos que Hitler y muchos de sus acólitos nazi escaparon Alemania en los días finales de la segunda Guerra mundial y huyeron a la Antártida donde en el Polo Sur ellos habían descubierto una entrada al interior de la Tierra.
Según la Sociedad de Investigación de la Tierra Hueca en Ontario, Canadá, ellos están todavía allí.
Después de la guerra y los reclamos de la organización, los Aliados descubrieran que más de 2.000 científicos de Alemania e Italia se habían desaparecido, junto con casi un millón de personas, a la tierra más allá del Polo Sur por medio de naves súper desarrolladas.
La leyenda en el Oriente
En India hay una creencia antigua, todavía tenido por algunos, en una carrera subterránea de personas de serpiente que moran en las ciudades Patala y Bhogavati.
Según la leyenda, ellos luchan contra el reino de Agharta.
"Los Nagas," según "Los Habitantes Profundos," "son descritos como una especie muy avanzada, con una tecnología sumamente desarrollada. Ellos abrigan también un desdén para seres humanos, quien ellos son dichos secuestrar, atormentar, cruzar con e incluso comer".

En Tibet, hay un relicario místico mayor llamado también 'Patala,' que es dicho por las personas para allí sentarse encima de un sistema antiguo de caverna y túnel, que alcanza a través del continente asiático y posiblemente más allá.
Los Nagas tiene también una afinidad con el agua, y las entradas a sus palacios subterráneos a menudo son dichas estar escondidas en el fondo de lagos y ríos profundos".



Y Para Terminar
La teoría facilitaría de la explicación de otros enigmas como el famoso Triangulo de las Bermudas ... y que también estaría mas acorde a las leyes físicas que indican que a 'fuerza = masa x aceleración', siendo la gravedad una fuerza, obviamente, y también conociendo el peso que afirman los libros de nuestro planeta, no deberíamos estar pegados al suelo? Mucho se habla, poco se publica, estamos de nuevo en medio de otra de esas verdades totalitarias?
“La autoridad no es la verdad, la verdad es la autoridad.”
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